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30-jun.-2024, domingo de la 13.ª semana del Tiempo Ordinario

«No temas; basta que tengas fe»

En la alegría de un nuevo despertar te damos gracias, Señor al finalizar un mes lleno de alegrías también en mínimos momentos de dificultades, pero en todo tenemos que darte gracias; hemos llegado hasta este momento y tenemos salud y vida ese es tu más grande regalo. Ahora terminamos nuestro mes en el que esperamos nuestro caminar lo hagamos dándote infinitas gracias por todos los momentos vividos y compartidos; nuestras alegrías y satisfacciones por los logros durante el mes que fue dedicado a tu Sagrado Corazón. Tú nos guiaste y nos mostraste el camino del amor y del servicio porque fuiste nuestra grata compañía; gracias, Señor, porque tu palabra nos sigue acompañando y señalando la ruta del amor, el servicio y la fe. Queremos tener la misma fe de aquella mujer que venciendo los obstáculos que se le presentaban, se acercó a ti, que no renunció a su propósito de tocarte y de encontrar la verdadera felicidad en su curación. Ayúdanos a que tengamos la confianza de Jairo en tus palabras: «No temas; basta que tengas fe». Alcánzanos la gracia de tu amor para comprender que Tú tocabas a los enfermos y se curaban y vivían. Tómanos de tu mano y resucítanos del pecado y del desaliento. Tócanos, renuévanos y fortalécenos de nuevo para que vivamos tu vida y vayamos a ti por tu mismo camino, con la llama de tu bondad y misericordia, para que nuestro amor, a su vez, pueda reanimar a otros, especialmente a los tristes, a los que sufren y viven en soledad. En tus manos nos colocamos para vivir intensamente este tiempo, con la plena certeza que Tú nos guiarás y fortalecerás y harás prósperas las obras de nuestras manos. Danos la fe silenciosa de la mujer y la fe de súplica confiada del jefe de la Sinagoga. Amén. 

Que nuestra madre la Virgencita en sus advocaciones de Nuestra Señora del Carmen y Nuestra Patrona Nuestra Señora del Sagrado Corazón, cuyas fiestas celebraremos en este mes nos ayuden a comprender también la grandeza de tu amor y nuestra confianza puesta en ti.

Gracias por nuestro mes que finaliza y donde te hemos honrado en tu Sagrado Corazón, en tu misericordia y bondad. Seguiremos repitiendo: “Sagrado CORAZÓN de Jesús en Vos confío”. 

Feliz y santificado domingo, mañana será inicio de semana y por lo tanto esperanzador inicio de mes Mariano. Nuestra Señora del Sagrado Corazón; Nuestra Señora del Carmen, rogad por nosotros. Bendícenos, guárdanos y protégenos. Nuestro Domingo sea de confianza, de fe y esperanza, compartido y vivido en familia. 

PALABRAS DEL SANTO PADRE

Jesús es el Señor y delante de Él la muerte física es como un sueño: no hay motivo para desesperarse. Otra es la muerte de la que tener miedo: la del corazón endurecido por el mal. ¡De esa sí que tenemos que tener miedo! Pero incluso el pecado, incluso el corazón momificado, para Jesús nunca es la última palabra, porque Él nos ha traído la infinita misericordia del Padre. E incluso si hemos caído, su voz tierna y fuerte nos alcanza: «Yo te digo: ¡Levántate!». Es hermoso sentir aquella palabra de Jesús dirigida a cada uno de nosotros: «yo te digo: Levántate. Ve. ¡Levántate, valor, levántate!». Y Jesús vuelve a dar la vida a la muchacha y vuelve a dar la vida a la mujer sanada: vida y fe a las dos. (Ángelus, 1 de julio de 2018)

Autor:
José Hernando Gómez Ojeda, pbro.